TÍO. (Entra.) Es una rosa que nunca has
visto; una sorpresa que te tengo preparada. Porque es increíble la rosa
declinata de capullos caídos y la inermis que no tiene espinas, que maravilla,
¿eh?, ¡ni una espina! y la mirtifolia que viene de Bélgica y la sulfurata que
brilla en la oscuridad. Pero ésta las aventaja a todas en rareza. Los botánicos
la llaman rosa mutabile, que quiere decir: mudable; que cambia... En este libro
está su descripción y su pintura, ¡mira!
(Abre el libro.) Es roja por la mañana, a la tarde se pone blanca, y se deshoja por la noche.
(Abre el libro.) Es roja por la mañana, a la tarde se pone blanca, y se deshoja por la noche.
Cuando se abre en la mañana,
roja como sangre está.
El rocío no la toca
porque se teme quemar.
Abierta en el medio día
es dura como el coral.
El sol se asoma a los vidrios
para verla relumbrar.
Cuando en las ramas empiezan
los pájaros a cantar
y se desmaya la tarde
en las violetas del mar,
se pone blanca, con blanco
de una mejilla de sal.
Y cuando toca la noche
blando cuerno de metal
y las estrellas avanzan
mientras los aires se van,
en la raya de lo oscuro,
se comienza a deshojar.
roja como sangre está.
El rocío no la toca
porque se teme quemar.
Abierta en el medio día
es dura como el coral.
El sol se asoma a los vidrios
para verla relumbrar.
Cuando en las ramas empiezan
los pájaros a cantar
y se desmaya la tarde
en las violetas del mar,
se pone blanca, con blanco
de una mejilla de sal.
Y cuando toca la noche
blando cuerno de metal
y las estrellas avanzan
mientras los aires se van,
en la raya de lo oscuro,
se comienza a deshojar.
TÍA. ¿Y tiene ya flor?
TÍO. Una que se está abriendo.
TÍA. ¿Dura un día tan solo?
TÍO. Uno. Pero yo ese día lo pienso pasar al lado para ver cómo se pone blanca.
ROSITA. (Entrando.) Mi sombrilla.
TÍO. Su sombrilla.
TÍA. (A voces.) ¡La sombrilla!
AMA. (Apareciendo.) ¡Aquí está la sombrilla! (Rosita coge la sombrilla y besa a sus Tíos.)
ROSITA. ¿Qué tal?
TÍO. Un primor.
TÍA. No hay otra.
ROSITA. (Abriendo la sombrilla.)
TÍO. Una que se está abriendo.
TÍA. ¿Dura un día tan solo?
TÍO. Uno. Pero yo ese día lo pienso pasar al lado para ver cómo se pone blanca.
ROSITA. (Entrando.) Mi sombrilla.
TÍO. Su sombrilla.
TÍA. (A voces.) ¡La sombrilla!
AMA. (Apareciendo.) ¡Aquí está la sombrilla! (Rosita coge la sombrilla y besa a sus Tíos.)
ROSITA. ¿Qué tal?
TÍO. Un primor.
TÍA. No hay otra.
ROSITA. (Abriendo la sombrilla.)
Abierta estaba la rosa,
pero la tarde llegaba,
y un rumor de nieve triste
le fue pesando las ramas;
cuando la sombra volvía,
cuando el ruiseñor cantaba,
como una muerta de pena
se puso transida y blanca;
y cuando la noche, grande
cuerno de metal sonaba
y los vientos enlazados
dormían en la montaña,
se deshojó suspirando
por los cristales del alba.
Federico García Lorca - Doña Rosita la
soltera o el lenguaje de las flores.
A la Rosa Mutabilis también se la conoce como Rosa Loca |
Regreso a Madriz, que
desde Ciberia (felicidades, según mis cuentas ya debes haber tenido un niño
precioso), perdió para mí la d definitivamente y la cambió por una z, así me
parece más sonoro y más castizo el nombre de ésta que es ya mi ciudad.
Alicante, con sus azules casi blancos, sus noches de horchata y vodka y sus
palmeras, cada vez se me hace más extraño. Mi Madriz me recibe como un horno,
el calor cae a plomo ya desde Atocha, seguramente más grave después del aire
acondicionado del tren, voy caminando con mi maleta de ruedas,
tracatracatratracatra, tracatracatratracatra, me apetece llegar a casa andando,
me parece intolerable el metro con este calorazo y así voy reencontrándome con
sus olores y sus colores. Debajo del asombroso suelo con vocación de techo de
la fundación "La Caixa" han instalado un escenario y un grupo sefardí
toca, mientras una chica con voz de
cristal entona una canción en la que a los pajaritos les llama bibilicos, me
quedo un rato escuchando, bien agarrado a mi maleta, el público es de lo más
variopinto, de todos las nacionalidades y todas las edades, estoy en Madriz,
claro.
Llego a casa, los chicos
han terminado sus "erasmus" y se han marchado, uno a Suecia y la otra
a Colombia, siempre me dejan un hueco; Matilde, mi gata, como cada vez que
vuelvo de viaje está ofendida, me mira con un puntito de reproche y ni se me
acerca, abro todas las ventanas, no entra ni pizca de fresco, un compresor de
la obra de enfrente retumba, no pasa ni un coche, debo de ser el único de la
calle, tampoco pasa gente, al regar las macetas veo a lo lejos dos o tres
personas, los caballos desbocados de mis sienes se sosiegan, he tenido un
momento "abre los ojos".
No consigo relajarme, mon
choux lo tiene todo en orden, la casa ordenada normalmente me relaja, no encuentro
la posición del sofá, ni siquiera después de hacerme dos mais con
esa gomita tan buena que me he traído. Me meto en la ducha, fría,
dejo correr el agua un buen rato, me afeito, busco una camisa planchada, unos
jeans viejos y unos zapatos frescos, me voy a la calle, y esta vez no puedo
decir que a que me dé el aire.
Llego a la plaza de Santa
Ana, y no lo puedo creer está toda llena de cosas de color rosa.
Un escenario rosa, bancos
color de rosa, guirnaldas rosa, un enjambre de globos rosa, monjas color de
rosa y carabinieri rosa a caballo, y un piano de cola, también rosa, lo
entiendo, hay un montaje para promocionar el Martini Rosato, una nueva variedad
de vermú que pruebo y me parece muy de verano.
El rosa es un color
obtenido con la mezcla de rojo y blanco, a menudo descrito como "rojo
claro", o más exactamente, rojo vivo insaturado. Este color tiene muchos
matices diferentes. El nombre en castellano, rosa, proviene (como en muchos
otros idiomas) de la flor del mismo nombre: la rosa. Me da por pensar en el
rosa, rosa o del corazón son los medios informativos que se centran en
eventos sociales y la vida privada de los famosos, de eso sé yo un carro. Las
novelas románticas son también llamadas novelas rosas. Ese es un color habitual
en sus portadas, aunque también lo es en las portadas de ciertas colecciones de
novela erótica, pienso en la "sonrisa vertical". El líder en el Giro
de Italia viste una maglia rosa; que representa al
color rosa de las páginas del diario italiano La Gazzetta dello Sport,
financiera el evento. De forma similar, el periódico Financial
Times de Londres, desde 1893, usa un distintivo color salmón rosado para
imprimir sus ejemplares, y así, distinguirse. El rosa, siendo un rojo
"descolorido" sirve algunas veces, de manera irónica, para describir
a un socialista suavizado. El color rosado es también asociado con los
genitales femeninos. Es el color de la banda por el Día mundial del Cáncer de
mama, elegido por su alta relación con la femineidad. Los hombres ahora podemos
comprar ropa color de rosa, tabú hasta hace poco, al menos en Occidente, para
el sexo masculino. El rosa, también está asociado con gay, lesbianas y
bisexuales, en forma de triángulo rosa, con uno de sus vértices hacia abajo.
Proviene del símbolo que utilizaban los nazis para identificar a los
prisioneros en los campos de concentración. Los judíos eran forzados a usar una
estrella amarilla, mientras que los hombres y mujeres presos por su presunta
homosexualidad o incluso los sospechosos de actividades sexuales con el mismo
sexo, eran forzados a usar un triángulo rosa. Ahora es usado con orgullo. En el
Reino Unido, "Pink
News"
("Noticias Rosa") es un periódico gay y un servicio de noticias on
line. En los negocios, el "dólar rosa" se refiere al poder
adquisitivo de la comunidad GLBT.
Entonces veo a la estatua
de Lorca, la única de Madriz, en medio de la plaza, con su paloma en la mano, y
casi me guiña un ojo, desde ese paraíso rosa.
El rosado es también, el
tema central de una canción de Aerosmith. Entre otros versos, se encuentra:
"Pink is like red but not quite." (El rosa es como el rojo, pero no
exactamente.
Y para mí siempre será tu
color, porque era el color de tu polo el día, la noche, en que nos conocimos en
aquel antro en que tanto abundaba el negro, que no es un color, sino la
ausencia del mismo; porque fue ese color precisamente lo que te hacía brillar
entre tanta carne, porque fue la excusa oportuna para ver tu sonrisa por primera
vez, porque gracias a él me reafirmé en mi convicción de que es posible
encontrar gente maravillosa en cualquier circunstancia.
Y aquí, mientras Federico
sonríe ante tal despliegue de alegría rosada, como si participara conmigo en tu
homenaje, evoco el sabor de tu sudor, la exquisita sabiduría de tus dedos, la
semana que pasamos deshojando abrazos, la ternura con que cuidaste mis
quemaduras de la playa, la intimidad inmediata, tu olor...
Y evoco el brillo adulto
de tus ojos, cuando hubimos de despedirnos, y volver a la vida real, como
bien decías, y tuve la ocurrencia casi infantil, y desde luego poco afortunada
de decirte, como si una sed como un río interminable no comenzara ya, en ese
preciso a instante, a ahogarme. - No estés triste, Félix quiere decir Feliz - y
tú, esbozando media sonrisa, me besaste en la frente, como a un niño, y me
diste el último beso.
La bola del mundo de la
torre del Penthouse parece una bola de espejos, quién sabe qué
preludiará.
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